La combinación de seguridad, eficiencia y rentabilidad es un factor clave en la fabricación de productos y equipos médicos. Por ejemplo, gracias a su alto límite elástico, dureza y resistencia a la corrosión, el acero inoxidable es el material biocompatible de elección para los implantes.
Su excelente comportamiento magnético permite proteger dispositivos electrónicos como microscopios y Rayos X. Su cualidad aséptica es muy importante, esto permite que no quedan rastros de virus, bacterias o residuos biológicos.
Su uso es muy variado y se utiliza para la fabricación de camas, mesas, prótesis, soportes de baño e Incluso algunas agujas de jeringas se fabrican con aceros inoxidables especiales refundidos.